domingo, 20 de enero de 2008

Vida de un playmobil. Capítulo 2 ¿Cómo andan los playmobiles?

Volvemos al tema de los playmobiles. Tú les miras y les ves esa cara simpaticota, así con esa sonrisa permanente y tal y dices, joe, estos tíos son felices de fijo. Luego uno ya se para a pensar en las dificultades que tienen que tener por su constitución física. ¿Sin rodillas? ¿Pudiendo solo doblarse por la cadera y las dos piernas a la vez? ¿Y como leches andan?

Pues volvemos al método de demostración que hicimos el otro dia. Para saber como pueden andar, ¿Qué mejor que ponerse en su situación? Rodillas entablilladas y con una cuerda uniendo las piernas para poder mover solo las piernas simultáneamente, me dispongo a probar en el pasillo de mi casa como anda un playmobil.



A parte de parecer un marciano con tanto chisme impidiendo mi movilidad natural, cuando intento arrancar y me pego una talegada del quince, me siento como un gilipollas. Solo me pude levantar gracias a la ayuda de un par de amigos que se encontraban presentes, pero me tiré 10 minutos en el suelo esperando que se les pasase el descojono.

Tras varios intentos infructuosos (castañas varias), descubro la manera: dando saltitos y avanzando unos pocos centímetros primero un pie y luego el otro. La verdad, es que andando así, mejor que no tengan prisa nunca.

Y esta falta de movilidad me lleva a una nueva pregunta: ¿Cómo funcionan sus coches? ¿Los mueven con la mente? Decidido a responder, me tomo unos días de reflexión y experimentación. Hasta más leer.

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