Hoy lo de la foto de la semana es un poco mentira... hoy voy a hacer otro post un poco especial y realmente, las fotos que voy a poner son desde agosto del 2012 hasta ahora.
¿Y que pasó en agosto del 2012? Pues que un buen día, Marta me mandó una foto de un gatito chiquitín de un mesecito, que se llamaba Botón y que necesitaba una casa. Y yo estaba viviendo solo, y quería una mascota. Un gato, para más señas. Y dije que si, que quería quedarme con él. Así que quedamos para que me lo llevase a casa, creo recordar que un martes. Pero no pudo ser... Marta me llamó y me dijo que Botón estaba muy malito, y a lo mejor no pasaba de esa noche. Pero pasó. Es un tío duro, se nota que es de Sotragero. Y al final, después de que Raquel lo cuidase un par de días mientras se recuperaba, el viernes llegó a mi casa. No me olvidaré nunca cómo salió del transportín, se metió debajo de un armario y se pasó mirándome desde debajo del armario como 20 minutos. Y al final salió. Y nos hicimos muy amigos. Y así, hasta hoy.
Era un saquito de piel y huesos, y el veterinario me dijo que seguramente se quedase pequeño, porque no había comido muy bien el primer mes de vida. Menos mal, porque es un señor gato de 6 kilos y medio, sanote y, cuando no está dormido, enreda.
Hace cosa como de un año tuvimos que cambiar de hogar.Yo estaba en paro y ya no se podía pagar más alquiler, así que volvimos a casa de mis padres. Digamos que nunca les agradeceré lo suficiente poder volver, y sobre todo, poder volver con el gato. Porque en casa nunca habíamos tenido mascotas, más allá de un canario (canaria, que puso un huevo) y algún que otro pez. Y un año después, la duda que tengo es si me dejarán llevarme a Botón el día que me vuelva a ir a vivir solo.
Y el está igual de feliz, con más gente para jugar, para que le hagan mimos y para que correteen detrás suyo. La verdad es que es un bicho muy majo. Cuando vivía solo pasé un tiempo muy malo, y siempre estuvo ahí. Para chincharme hasta que me levantaba de la cama los días que no me quería levantar, para ronronearme y hacerme mimos lo días que me notaba triste, o para jugar y hacer tonterías hasta hacerme reír los días que no tenía ganas de reírme.
Es sociable, le gusta estar donde está la gente, pero no pegajoso, comprometedor, curioso (como buen gato), a ratos un poco vago, exhibicionista (por las posturitas que pone para dormir a veces), pero sobre todo, es un buen compañero.Ah, y tiene twitter: @boton_elgato, por si queréis seguirle, que suele twittear miaaaauuus y prrrrprrrrs a horas extrañas.
Así que nada, Botón, espero que sigamos haciéndonos mayores juntos, que me sigas despertando a las 4 de la mañana porque quieres ronronear un rato, o que sigas saliendo corriendo a ver quien llega según oyes el ascensor en nuestro piso.
Porque eres parte de mi familia, Botón Rodríguez.
1 comentario:
Me encantó este post porque me recordó tanto a mi gato. Un día mi novio me llamó al trabajo para decirme que se había encontrado un gatito en la calle y se lo había llevado al cuarto (ya que vivimos en un hotel por ahora) y cuando llegué en la noche, era del mismo tipo que el tuyo, así, puros huesos, piel y un poquito de pelo. Ya con el paso de los días, y sobre todo con todo el cariño y empeño que ha puesto mi novio con él (hay que ser justos, el gato me quiere también, pero es claramente de mi novio jejeje), ya se está poniendo cada vez más grande y más fuerte y sigue ahí con nosotros, aunque sea de polizón :P. Ya hasta lo llevamos a EEUU a conocer a su "abuela" y estuvieron felices los dos... En fin, todo esto para decir que entiendo cuando se conforma una nueva familia con un gato gris y rayado como Botón. El nuestro es Sardino, y también es muy muy amado. ¡Saludos!
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